lunes, 16 de febrero de 2009

LA PRESENCIA DE DIOS

A continuación les presento la introducción al primer capítulo del libro de Josh Moody, THE GOD-CENTERED LIFE. ¿Será posible que en nuestras iglesias esté sucediendo lo que en esta iglesia: que en nuestras reuniones no se sienta la presencia de Dios? (¿Quizás Dios estuvo presente y no nos dimos cuenta?). Y si ése es el caso ¿qué podemos hacer? ¿Cómo se siente la presencia de Dios, o cómo debe sentirse? Josh Moddy tiene una respuesta en este libro, pero creo que cada quién podría buscar su propia respuesta en sí mismo y en su iglesia. Ustedes ¿qué dicen?

“Era una iglesia como cualquier otra. La denominación no importa. La música, buena; casi majestuosa. La predicación, sana; casi inspiradora. La gente amable; auténtica como debe ser. Y dieron café al final del servicio.

Después del café todo mundo se fue para distintos rumbos. Y yo me quedé con la duda: ‘¿De esto se trata?’ Corresponde esta bonita actuación religiosa a la visión que nuestro Señor enseñó con respecto a la iglesia del Nuevo Testamento? ¿Hubiera sido mejor si hubiera habido más milagros? ¿Y si el sermón hubiera explorado mayores profundidades? ¿Y si la música hubiera sido más virtuosa? ¿Y si los asistentes se hubieran quedado unos cuantos minutos a platicar?

Si ésta, mi experiencia de una iglesia, es como la tuya – otra vez lo digo, la denominación no importa- sospecho que no me hubiera dejado tanto un sabor amargo como una tímida sensación de que algo había hecho falta. ¿Quizás Dios estuvo presente y no nos dimos cuenta?”

Josh Moody, THE GOD-CENTERED LIFE. Insights from Johathan Edwards for Today.
Regent College Publishing, 2007



I will now transcribe the text quoted above.

It was a church like any other. The denomination does not matter. The music was fine, even stately. The preaching was sane, perhaps inspiring. The people were nice, neatly authentic. And at the end of the service there was coffee.

After the coffee everyone left to go their separate ways. I was left to wonder, ‘Is this it?’ Does this pleasant rendition of religion amount to the vision cast by our Lord for the New Testament Church? Would it have been better if there had been more miracles? What if the sermon had plumbed greater depths? How about if the music had been more technically skilled? What if the people had stayed fro a few more minutes to converse?

If my experience of church is anything like yours –and again the denomination is immaterial- I suspect it does not so much leave a bitter taste in your mouth a timid feeling of having missed something. Did God show up and we did not notice?

No hay comentarios: